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Laura Vélez

Despedidas en tiempos de COVID

Daniel Tovar Galindo

“Lamentamos informarle que su familiar ha muerto”. Es una frase que nadie desea, ni está preparado para escuchar. Lo natural ante este tipo de noticias, es entrar en una fase conocida como negación. Donde la persona experimenta la incredulidad de que su familiar ha muerto, por eso muchas personas reaccionan diciendo “no” o “no puede ser”.

La pandemia ha afectado de manera significativa esta etapa del duelo, debido al distanciamiento social, cambiando por completo la forma de velar a los fallecidos. Muchas personas se han limitado en los velorios a ser solo los más allegados quienes estén presentes solo unos instantes, cuando se acostumbraba que la familia y amistades velaran el cuerpo por una noche entera.

Afectando así la parte social, que permite asimilar a los familiares que la persona ha fallecido. Al no realizar un rito como el velorio o entierro, las personas pueden desarrollar un duelo patológico, que conlleva depresión, ansiedad y en algunos casos episodios psicóticos.

Esto debido a que las muertes por COVID-19 han sucedido en la mayor de los casos, con los pacientes hospitalizados y la familia lejos. Lo cual al recibir la noticia no pueden creerlo.

El hecho de haber dejado a su familiar hospitalizado y no poder despedirse en algunos casos genera culpa, por lo cual es recomendable acudir con un especialista para que acompañe el proceso de duelo.

Al no realizar un velorio, la persona se verá afectada porque su proceso de duelo ha cambiado y el no tener un espacio para expresar ese dolor, recibir los abrazos que consuelan de las demás personas, incluso las pláticas que hay entre las personas en un velorio donde hablan del fallecido, de cómo fue su vida, de cuanto lo querían. Ese momento de contención entre las familias ha cambiado y es común que no sepan cómo afrontar lo que sienten sin ese sustento de sus seres queridos.

El dolor es algo natural, pero al ser “incomodo” sentirlo, la mayoría de las personas bloquean este sentimiento, evitando pensar en la persona que ha muerto, cuando debe ser, al contrario. Sacar ese dolor para que pueda sanar.

Es importante que la persona que atraviesa un duelo pueda identificar sus emociones y expresarlas con alguien de confianza o acercarse con un terapeuta.

Pero, ¿tengo que ir al psicólogo si mi familiar ha muerto por COVID?

Hoy día existen otras corrientes psicoterapéuticas tales como la logoterapia, que al ser una psicoterapia humanista existencial que acompaña a las personas a descubrir su sentido de vida, a través de sus propios valores. El logoterapeuta no solo te acompañara en tu proceso de duelo, te ayudara a descubrir qué sentido tiene tu vida a partir de ahora, sin la compañía de tu ser querido.

Al tener un encuentro logoterapéutico, se pretende que el consultante tenga un tiempo y espacio determinado para que pueda trabajar con su duelo, en una atmosfera de respeto, empatía, pero sobre todo amor. Dicho encuentro, guiará a la persona para que pueda asimilar lo que está viviendo, y lo más importante que aprenda a enfrentar las situaciones adversas que la vida presenta en cada momento.

Viktor Frankl, fundador de la logoterapia decía: “El sufrimiento en cierto modo deja de serlo, en el momento en que se encuentra un sentido”. No hay mejor terapia que aquella que le da sentido a tu vida.

No se trata de desaparecer el dolor como si se tratara de un acto de magia. Se trata de poder comprender para que suceden las cosas y como a partir de ese momento tenemos en nuestras manos la decisión de vivir dándole un sentido a nuestro sufrimiento por medio de acciones valiosas.

Y, ¿Cómo saber si necesito apoyo en mi duelo?

Si has perdido interés por realizar cosas que antes te motivaban. Si te sientes sin ganas de hacer algo, descuidas tu aspecto físico, has dejado de dormir bien por las noches, no puedes concentrarte en tus actividades diarias o has perdido el apetito. Todas estas, son señales para que atiendas tu salud mental.

Se honesto contigo mismo, busca una persona con la que sientas confianza y comprométete contigo. Seguro que hay muchas más personas que te quieren y se preocupan por ti.