Perseverancia, convicción, resiliencia, constancia. Palabras poderosas, de las que solo el ser humano comprende, que determinan tu vida y hacen la diferencia.

Existen ciertas cosas en la vida que nos unen como humanos. Aquellas experiencias que cada quien las vive a su manera, pero no dejan de ser universales. Donde se involucran las emociones, y gracias a esto podemos comprender lo que otras personas sienten. Por ejemplo, la alegría por el nacimiento de un bebé, o la tristeza por la muerte de un ser querido. 

A lo largo de nuestra vida, se nos presentan experiencias, muchas veces desagradables, pero son estas precisamente las que nos llevan a cuestionarnos, el para que estamos viviendo, en otras palabras ¿qué sentido tiene la vida?

Viktor Frankl decía “Es un maravilloso privilegio y responsabilidad humana el tener la capacidad de preguntarse por el sentido de la vida”. ¹ 

Gracias a esta capacidad, nos plantearnos la pregunta sobre nuestra propia existencia, y podemos descubrir el para que estamos aquí. Nos es posible darle un significado, un valor, a nuestra vida. 

Nuestra misión como seres humanos es la trascendencia; Sin embargo, en la actualidad el índice de suicidios va en aumento, cada vez es más común ver problemas de adicciones, violencia, depresión, siendo éstas manifestaciones que dentro del pensamiento Frankliano se definen como “vacío existencial”. 

¿Por qué si cada persona ha sido dotada de capacidades, en su unicidad e individualidad como persona, ha perdido el sentido de su propia existencia? Muchas veces nos volvemos ciegos, nos enfocamos en otras cosas y perdemos de vista lo valioso de la vida. 

Le restamos valía a aquellas cosas maravillosas que nos regala la vida por estar sumergidos en la cotidianidad, nos perdemos en lo mundano, y rara vez nos atrevemos a explorar el terreno de nuestras capacidades para trascender como seres humanos.

La vida se trata de dar, de compartir, de expandir quienes somos, para trascender, para dejar herencia, por tanto se debe entender la responsabilidad que esto conlleva pues nuestras acciones determinaran que tipo de herencia queremos dejar en esta vida. 

¿Cómo queremos ser recordados?, ¿das lo mejor de ti todos los días de tu vida?

Cada persona en un grupo social es como una pieza de una gran maquinaria, necesitamos el uno del otro para trascender, por tanto si no somos respondemos a nuestro sentido, es decir si falta una pieza, la maquinaria no funciona igual. Por eso cada persona, es importante, única e irrepetible porque juega un papel importante, por algún motivo coincidimos en tiempo y espacio. Somos personajes en un gran escenario, sin conocer el libreto, pero todos somos importantes sino la obra estaría incompleta.

Con tantas personas distraídas de su sentido de vida, se ha perdido el sentido como sociedad, y si no comenzamos cada quien a descubrir nuestro propio sentido…

¿Qué sentido tiene la vida? 

Formamos parte de un todo, como personas dentro de un grupo social, si cada persona responde a su llamado sobre el sentido de su vida, imagina lo que podríamos conseguir como sociedad. ¿Podríamos trascender como raza? 

Como seres finitos, no tenemos la certeza de seguir vivos el día de mañana, entonces vivamos, disfrutemos lo que la vida nos da, contemplemos la naturaleza, aprendamos a valorar lo que tenemos, salgamos de la cotidianidad, y al hacernos conscientes de esto, por favor compartámoslo con la gente que nos rodea.

“La vida humana tiene siempre un sentido”  Es nuestra responsabilidad descubrirlo, pero sobre todo cumplirlo. 

¹ Pareja,G. (1998). Viktor E. Frankl. Comunicación y Resistencia. México: Ediciones Coyoacán. Pág. 179